martes, 26 de abril de 2016

Metepatas 4

Esta metepata demuestra lo gran observador que soy.

Todo empieza cuando yo era joven e iba a realizar deporte todos lo días, tan joven que tenía que ir en transporte público y unas veces cogía el bus y otras el tren, dependía de la hora a la que saliera y el clima.

Pues empecé a coger una temporada el bus y coincidía con varias personas, entre ellas una chica, que era muy mona. Por alguna razón no mirábamos cuando estábamos en la parada y yo sonreía y ella también, yo estaba soltero en aquella época y estaba en forma. Esto se prolongó durante muchos días, incluso yo me acomodaba para ir en ese horario. Un día, la chica, que para guardar su intimidad la llamaré J., se acercó a mí y me dijo. "Esto es absurdo, no podemos seguir así, ¿Cómo te llamas?". Así empezó una amistad, mi objetivo era meramente sexual, pero mi gran timidez no me permitía dar el paso de verla de otra forma que no fuera en el bus, hablábamos durante todo el trayecto del bus y nos empezamos a conocer. Esto prometía.

Esto duró unos meses hasta que un día, hablando de música, respecto Queen, grupo de música que he de decir que me encanta, yo creía que a ella no le gustaba, por algún comentario de pasadas conversaciones, dije "Fredy era un cantante de ópera frustrado..." Se le puso la cara blanca, amarilla y tornó a roja. Me soltó ciertos comentarios con mucha vehemencia, a los que no presté mucha atención, ya que veía que el barco se iba a pique, pero no podía cambiar una opinión así como así. Decidí no ahondar más en el asunto y esperar a arreglarlo al día siguiente. La enseñaría todas las cintas de Queen que tenía grabadas y que solía escuchar con mi walkman.
Se juntan dos grandes Simpson y Queen


Para quien no sepa lo que es un walkman, gente con menos de treinta años, es el precursor de los mp3 portátiles, que usaban una memoria externa extraible en forma de casette. El primero que tube, no era autoreverse, pero era grabadora, cosa muy poco práctica y que ocasionaba accidentes de sobre escritura de canciones. Estos Walkman no autoreverse, tenías que dar la vuelta al casette para poder seguir escuchando. Los autoreverse fué un gran logro, aunque ahora a la distancia se vea algo poco trascendente, esto me permitió correr con cascos sin tener que parar para darle la vuelta al cassette.
Así me veía haciendo deporte


Al día siguiente, extrañamente, no apareció a "nuestra cita" diaria en la parada del bus, incluso dejé pasar un bus, cosa que me hizo llegar tarde. Al siguiente día me presenté en la parada para coger el bus anterior y dejando pasar los buses, tampoco coincidí con ella. Me empecé a preocupar, algo raro la habría pasado.

Así estuve llegando tarde a mi destino durante semanas a pesar de salir pronto de mi casa. Empecé a preocuparme seriamente, por lo que busqué por el barrio dónde vivía y hacerme el despistado, hasta que un día la policía me entregó una orden de alejamiento al salir del calabozo, donde pasé un par de noches, por algo así como acoso, pero nunca entendí el por qué.

Así es como perdí un posible idilio amoroso.

Hace un mes, me picó la curiosidad y quise averiguar que pasó, así que fui a buscar por donde vivía. Hacía años que no pasaba por allí, pero algo raro ocurrió, parece ser que la orden de alejamiento no había caducado, así que ahora tengo tiempo para pensar tranquilamente que es lo que pudo fallar.



4 comentarios:

  1. Jajaja! Genial entrada. Debo confesar que no me esperaba el final. Buen giro.

    Me ha encantado lo de "memoria externa extraible en forma de casette"; es una buena definición.

    Sigue escribiendo estas anécdotas con recuerdos de nuestra adolescencia.

    Un abrazo

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  2. ¿De nuestra adolescencia? De la mía, de la tuya, crea tu propio blog.
    Es un placer recibir comentarios. A ver si me da por escribir más e intentar torturaros más.
    Gracias por el comentario.

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  3. Vale, ya entiendo muchas cosas. En fin, que vengas cuando puedas. Animo con lo tuyo.

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    1. Dicen estos señores que aún tengo que quedarme en esta habitación obscura.

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