martes, 30 de enero de 2018

Morgana

He seguido investigando en los escritos "Gaélicos", Latinos y otro tipos de documentos que no llego a saber muy bien en que lenguaje son, pero que gracias al traductor de google y de mi amigo “Furgui”, he podido desgranar más hechos acontecidos en época artúrica, así que voy a seguir con la narración e interpretación. Hoy toca un personaje sumamente desconocido...  o no tanto, pero yo no conocía los hechos que describiré y que puede ayudar a entender esta historia.

Tras los hechos del episodio anterior, Merlín, muy consternado, empezó a mover su plan B, no sin antes cerrar y tapar lo máximo posible, el lamentable episodio de Sir Standart, nombre que se perdería en la historia, hasta que ha sido redescubierto, pero que también vamos a olvidar, por ahora, para no complicar la narración.
Pues bien, tras atar cabos sueltos, con ayuda de un caballero fiel -los textos da detalles truculentos, pero que no se pueden describir en un blog de este nivel-, le quedaba un obstáculo muy importante. La siguiente en la línea de sucesión era Morgana, sí muchos herederos perdidos, Pendragón era un picha brava, pero eran tiempos muy convulsos y todo podía pasar. Merlín decidió eliminar a la chica, tenía tiempo para ello pero primero la tenía que esconder aún más, por lo que hizo que trasladaran a la muchacha del convento de monjas, dónde residía y la conocían a la perfección, a uno masificado, dónde nadie la conocería. El mejor estaba en Londres, un convento totalmente olvidado en el tiempo, el convento de las hermanas de la ingle. Merlín pensaba que el convento ubicado en una ciudad tan masificada, le resultaría fácil, en un futuro, extraviar a la muchacha. Para convencerla y que no armara revuelo, la propuso que ella sería la encargada de limpiar y preparar Excalibur.
Morgana, se convirtió en una más de la masa de la ciudad que cada cierto tiempo limpiaba la famosa espada y pasó a ser en poco tiempo olvidada. Cuando Merlín había limpiado de la historia, a su parecer, el episodio anterior con la inestimable ayuda de un prometedor caballero, fiel hasta los tuétanos, llamó a este caballero para eliminar a Morgana y aquí empieza otro episodio que dio un giro a la historia.
Pasaron unas semanas desde que el joven y prometedor caballero, recibiera las instucciones de eliminar a la joven limpiadora de la espada, cuando este le fue a buscar muy desmejorado y nervios, prácticamente arrastró a Merlín hasta la plaza, dónde descansaba Excalibur clavada en su gran piedra y allí estaba Morgana, aún viva, cosa que enfureció a Merlin, pero el joven caballero consiguió que Merlín esperara junto al joven, escondidos y así pudieron observar como Morgana extraía la espada de esa gran piedra, sin ninguna dificultad, limpiaba la espada y la volvía a introducir en su lugar. Esto cabreó aún más a Merlín, que esperó oculto a que se fuera Morgana para intentar extraer la espada junto al joven caballero y ninguno pudo ni moverla.
El joven Mordred, que era el caballero que purgó todo el episodio anterior, entendió así que Morgana era la heredera del reino y así se lo hizo ver a Merlín lo que le sacó de sus casillas y le insistió que se deshiciera de Morgana lo antes posible.
Poco después Mordred desapareció, junto a Morgana en un incendio provocado por otro joven acólito, Lancelot, que tenía instrucciones de eliminar a Mordred, que sabía demasiado.

De momento no he encontrado nada más de Morgana en los episodios, pero me queda mucho que revisar, bueno, le queda a mi amigo Furgui, que le tengo explotado.

viernes, 12 de enero de 2018

Excalibur

Todo el público estaba espectante, la fanfarria seguían tocando esa música típica de películas de reyes. A pesar del ruido los pájaros se posaban en las ramas y cornisas para observar si por fin alguien extraería la espada y sería el nuevo rey.
Merlin estaba orgulloso, su pupilo, se acercaba como se le había enseñado, de forma pausada y con porte majestuoso, sabía que lo conseguiría, no le cabía duda. La espectación era máxima, toda la población se había juntado y a duras penas los alguaciles podían retenerlos tras la línea de seguridad que impuso Merlín y que le guardaba una posición privilegiada para observar el espectáculo. A su lado estaba los nobles que habían educado a su pupilo y que les aguardaba un futuro prometedor en esta nueva etapa. A su derecha estaba su aprendiz, que le había ayudado mucho en este proyecto, no se lo había dicho, pero gracias a él que descubrió al próximo portado de Excalibur, puedo acelerar todo el proceso y aparcar a un lado el otro proyecto que nunca le llegó a convencer.
El elegido por Melín, rubio, alto, apuesto, vestido de punta en blanco, perfumado se acercaba a la gloriosa espada, puso su mano sobre la empuñadura y la fanfarria de repente enmudeció, como todo el público, se oía únicamente las voz de alguna anciana o niño que preguntaba, ¿qué está haciendo?¿qué pasa ahora? El protagonista de esta historia se tomó su tiempo, que fueron escasos segundos, pero que pareció una eternidad, parecía que iba a suceder como tantas otras veces, dónde tantos reyes y nobles habían intentado extraer la gran espada para ser el gran rey, pero no, nada más que empezó a mover un poco la mano, la espada se movió y se podía oír el ruido del metal con la piedra hasta los confines de la tierra, una especie de canto salía de la espada, ya estaba casi fuera y en un instante se vio la gran espada blandía por ese potente brazo, por encima de su cabeza, con cánticos celestiales que procedían de algún sitio, dónde Merlín escondió al coro de la iglesia y que con la señal de la espada en el aire empezaron a cantar. Así toda la gente se arrodilló, incluso los nobles. Ya estaba, así de fácil había sido, ahora solo quedaba coronarle. A su señal el sacerdote elegido se acerco al portador de la espada, con una corona y el coro bajó el volumen, para que se pudiera oír al sacerdote.
Así el sacerdote se acercó con la corona enjoyada que hubo que bruñir previamente y esperó a que se agachara el nuevo rey y pronunció las palabras acordadas, tenía que ser escueto para evitar cualquier interferencia.
- Por el poder que se me ha otorgado, se nombra nuevo rey al poseedor de la gran espada Excalibur, será el nuevo rey Estandar - y gritó  aún más - DIOS SALVE AL REY ESTÁNDAR.
Merlín y todos sus acólitos y los pagados, gritaron al unísono el famoso dios salve el rey y se hizo el silencio, para que Estándar pudiera pronunciar sus primeras palabras de rey. Habían ensayado este discurso durante meses y todo estaba preparado.
Estandar se giró hacia el pueblo, enseñó de nuevo la espada y la fue a guardar en su vaina, que previamente la llevaba vacía preparada para este acontecimiento, pero no pudo introducir la espada en la vaina y tras varios intentos se oyó claramente las primeras palabras de Estándar.
-¡PERO QUE MIERDA ES ESTA! Tanto tiempo preparando esto para que una mierda de vaina lo estropee.  - Miró hacia Melín, pero no a Merlín, si no a su ayudante Universale.-Ya te dije que había que mirar todo, que cualquier cosa podía salir mal.
Ni corto ni perezoso, Estándar volvió a clavar la espada en la piedra, con un ruido ensordecedor se giró y salió andando apresuradamente bajo la mirada atónita de toda la gente y seguido del jorobado Universale pidiéndole disculpas.
Merlín aún no se lo creía, que había pasado, estaba paralizado, la primera vez que le había pasado desde la muerte del padre de Estandar. Pero que diablos era todo esto. Estándar se estaba yendo haciendo gestos ostentorios con las manos y diciendo que esto no se podía volver a repetir, que no pararía nunca hasta conseguirlo, detrás iba Universale y se le unión Patrón diciendo algo así como, "os lo advertí"
Se había ido todo al garete, no podía ser, no podía moverse. Pasaron un par de minutos hasta que se fue Estándar y su nueva compañía hasta que Merlín se pudo mover, la mitad de la gente ya se había ido confundida, otros divertidos, sin entender lo que había pasado, pensando que no había podido sacar la famosa espada.
Merlín tardaría en años en saber que había pasado, mientras preparaba a su siguiente plan, al joven y desgreñado Arturo, que sabía que iba a acabar mal, pero no le quedaba otra, se topó con Universale, que ya era un maduro mago que se había forjado así mismo. De su conversación pudo sacar claro que junto a Estándar y Patrón, formaron una logia para luchar contra algún tipo de secta gigante, que adoraba al diablo y que dicha secta creaba una confusión para peculiarizar la producciones. Le pidió también un donativo para su nueva logia. Que Estándar, si quería Merlín, volvería a intentar ser rey, cuando acabara con la normalización. Le recomendó un par de herreros que ya habían aceptado la estandarización de su producción, para que fabricaran una vaina en la que la Excalibur pudiera entrar sin problemas y que Arturo no sufriera tal vergüenza.

PDO: fragmento extraido de las memorias de un monje. Agradezco a mi amigo "Furgui" sus ayudas a la traducción del gaélico y latín.