jueves, 25 de agosto de 2016

El peor viaje de mi vida, Metepata 6 ó el tanga de Superwoman [parte 1]



Hace unos días estaba viendo la película del renacido. Es una película entretenida que me gustó. Ahora tendría que decir algo digno de un crítico que la pusiera por el suelo, pero me da pereza. Como sinopsis [que no sé lo que significa pero lo usan para resumir la peli], sólo decir que el protagonista sufre muchas penalidades, pero muchas. Esta película sacó de mis recuerdos un viaje, que ya tenía olvidado y que se está haciendo recurrente en mis sueños, en forma de pesadilla y he de contarlo.
En mi juventud, puede que hace muchos más años que lo recomendable para dejarlo por escrito, habíamos preparado un viaje de fin de semana largo, con unos amigos, el J y el llavero, a Gandía, íbamos a petarlo. Habíamos planificado todo y todo pintaba bien, nos dejaban la casa los tíos del llavero, mis padres nos dejaron el coche, todo saldría baratito y nos podríamos gastar el dinero en juerga.
Día 1. Viernes:
Salimos un par de horas tarde, lo que no me importó, estaba dispuesto a que el viaje fuera divertido. Soy muy maniático para eso y sólo me puse un poco nervioso. Nos pusimos en marcha escuchando musiquita. En la salida para evitar atasco, quisimos dar una rodeo, pero nos dio lo mismo, pillamos un atasco de la leche, pero no me importó, aunque el viaje se empezó a torcer, cuando nos dimos cuenta que no compartíamos gustos musicales y lo que ponía uno le aburría al resto, concretamente mi heavy aburría a mis ignorantes amigos, lo que me hizo imponer mi criterio musical, ya que era mi coche y conducía yo. Ya me imaginaba que en la casa del tío del llavero, la música iba a ser diferente. Pero el viaje siguió estropeándose. Unas putas obras cerca del desvío a Gandía, nos hizo perder el desvío que conocíamos. El J que veraneaba mucho en la Oliva, dijo que sabía otro camino desde la Oliva, así que nos acercamos a la Oliva. Esto no me gustaba, los GPSs en esa época, brillaban por su ausencia y no nos paramos a mirar el mapa, uno del grupo sabía un camino alternativo y eso era insuficiente. Pero también hubo problemas desvío, que habían arreglado durante el invierno, no tenía los carteles como el gañan de mi amigo recordaba y nos pasamos otro desvío y para colmo la gasolina empezaba a encenderse, lo que no me ayudaba a guardar la calma, algo típico en mí.
Aguantando la tensión
Paramos a echar gasolina, que era un puto autoservicio de mierda, en esa época no se estilaban aunque ahora todas sean así, como en estos sitios hay que pagar antes, fue a pagar el J, me indicó mi amigo desde la caja que ya podía echar gasolina, pero me puse a servir y ahí no salía nada de nada mierda de invento y fruto del cansancio o de alguna estulticia que me caracteriza, miré la pistola del surtidor, sin dejar de apretar la palanquita, para ver si había algo que obstruía la gasolina, no había nada, fue en ese momento cuando un chorro de gasolina me bañó, hasta que dejé de apretar la manilla (si huera sido una pistola me hubiera volado los sesos).
Tras este incidente, cambiarme de ropa y limpiarme malamente con papeles, como estropajo, arrancamos y encontramos el camino, tras las indicaciones de maldito simpático y risueño gasolinero, que no dejaba de partirse de risa, por fin llegamos a casa y me metí directamente en la ducha. Me duché dos veces o más y aún notaba que olía al dulce olor de gasolina. Nos preparamos para salir de juerga, había que aprovechar, iríamos a una de esas discotecas, que ponen música que me hace quedarme como vaca pasando el tren, ya que me prometieron que allí triunfaría con alguna chavala. Mis amigos siempre intentando levantarme el ánimo.
Al llegar fue como dijeron, en la misma fila ligué con una chica, con acento gaditano, que digo chica, toda una mujer, con todas sus curvas y un vestido cortito y sugerente, aunque debería de tener el olfato atrofiado o le debió de dejar medio incosciente mi asqueroso dulce olor a gasolina. Nos fuimos al coche, con prisas como para apagar un incendio, realmente era así. Cuando abrí el coche y me metí, antes casi de poder sentarme la chica se puso encima de mi con el tanga en la mano, yo ni me había sentado y Superwoman se había metido dentro del coche, se había quitado los tacones, se había quitado el tanga, se había sentado encima mía y me estaba ayudando con mi ropa, debía de ser judoca o algo por el estilo. Esto prometía, echaría mi primer un polvo. Superwoman se quedó mirando un casette de camarón de la isla y me preguntó con una sonrisa "¿te gusta camarón?" en mi cabeza se encendió una luz de alerta, ¿a qué venía dicha pregunta?. Así que haciendo alarde de una velocidad mental y suponiendo que en un sitio así a la gente no le gustaba Camarón, contesté " Es una cinta de mi padre, pero he grabado encima en muchimix lanzarote" (o lo que fuera que estuviera de moda en aquella época). De repente la chica desapareció tan rápido como había aparecido, era increíble lo rápido que puede entrar y salir alguien de un coche y la vi marcharse por el parquin, mientras se ponía los tacones, posiblemente iría a hacer algo y volvería.
Me quedé esperando en el coche, puse la cinta de camarón escuchando la cinta de Camarón, que efectivamente era de Camarón, llegaría y podría aflojar la dureza que había salido por mis bajeras apagar mi pasión. Tras dos vueltas de cinta como no fumaba, no bebía, cuando conduzco no lo hago, no tenía mucho que hacer, así que sin quererlo me quedé frito, con el tanga en la mano, vendría, seguro, tenía su tanga. Volvería, seguro.
Dormidito en el coche.

Día 2 (sábado)
Me desperté con los segundos o terceros rayos de luz, el parking estaba casi vacío, no había casi ningún coche, mi móvil estaba lleno de mensajes de mis amigos diciendome que no les esperara que habían encontrado rollo, los leería más tarde. Salí corriendo del coche con el tanga en la mano hacia la disco y entré, pero sólo estaban dos mujeres limpiando y cuando miré a una, casi desdentada, me dijo, "¿ni lo sueñes enfermo!", debía ser que seguía bajo los efectos del calentón y la pude mirar mendigando algo. Salí cabizbajo sin saber que pudo pasar. Mi primer El polvo tendría que esperar otro día.
P.D.: Años más tarde descubrí que camarón es un dios para casi todos los gaditanos, ¿puede que fuera esa la causa?

1 comentario:

  1. Acabo de cargarme una entrada en uno de mis blogs por culpa de esta tecnología que paradójicamente también permite que las cree... en fin, que no sé si este comentario será también borrado por las deidades del ciberblogueo.

    Interesantes crónica de un viaje de esos de los 90 que tantos recuerdos nos traen (iba a escribir "tan buenos recuerdos " pero no sería exacto....).

    En fin, me ha encantado la historia y espero la continuación con ansia casi física....

    Seguiré comentando en otras ventanillas de éstas, que como digo, dudo de que este escrito llegue a buen puerto.

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